viernes, 27 de marzo de 2009

Themo Lobos escribe sobre "El Modelo de Pickman"...y sobre varias obras más.




¿ADAPTADORES O ”COAUTORES”?
(CONCÓN, POR THEMO LOBOS).
Algunas de las primeras adaptaciones que llegaron a mis manos fueron los “Digestos”, o resúmenes de los divulgados best sellers publicados en las páginas de antiguos Reader’s Digest, dirigidos a aquellos lectores con limitado tiempo para leer.



Aunque estaban recortados y reducidos, en ellos se respetaba magistralmente el tema original e, incluso, el estilo de los diferentes autores. Pronto se agregarían a las novelas de origen las adaptaciones cinematográficas: “Beau Geste” de Christopher Wren, “The Grapes of Wrath” de John Steinbeck, y muchas otras, todas con gran éxito.

Pasaron los años, y, con el nacimiento de la historieta o COMIC en la gráfica de entretención, no tardaron en aparecer los relatos literarios como tema argumental del arte secuencial. En esta grata tarea se distinguieron, Por su calidad artística y un respeto notable hacia los escritores, diversos dibujantes italo-argentinos. Destacados adaptadores como José Luis Salinas (“Ella”, “Ayesha”, “La Pimpinela Escarlata”, “Los Tres Mosqueteros” y otros); Juan D’Adderio (“Crimen y Castigo”); Jorge Pérez-Castillo (chileno que, junto a su hermano Arturo se hizo famoso en Argentina), con su hermosa versión de “María” de Jorge Isaacs y “Madame Bovary”, entre otras obras que se publicaron en Intervalo, Aventuras, Patoruzito y muchas revistas de gran circulación en el país hermano.



Luego apareció otro maestro de la historieta: Alberto Breccia, con un clásico de la literatura de suspenso, misterio y ciencia-ficción, “Los Mitos de Ctulhu”, de Lovecraft. Con una genial combinación de dibujos, textos y collage y un magistral uso de grises y negros intensos, tradujo a imágenes las fantasmagorías del autor. Aquí aparecen los “Antiguos”, las escalinatas que, en forma vertiginosa se hunden en las entrañas del planeta; “El Color que cayó del Cielo”, con los horrores sufridos por los humanos de un pueblito, y otras escalofriantes historias.


Breccia reprodujo el entorno ominoso de los personajes agobiados cuadro a cuadro, por una semipenumbra poblada de horrendas y rampantes criaturas.

Duele observar que en nuestra patria este tipo de adaptaciones casi no existe; pienso que la causa es que hay pobreza en la publicación del género historietístico. Hace ya cincuenta años se intentó publicar, en forma de historieta, las “Aventuras del perrito Cuatro Remos”, intento fallido.



Sin embargo, hay cuentos cortos de Baldomero Lillo, como “Inamible” y “Las Aventuras de Cañuela y Petaca”, relatos breves de gran calidad literaria, de autores como Francisco Coloane, Manuel Rojas y María Luisa Bombal, que merecen ser adaptados a historieta.



De Rojas, por ejemplo, tenemos la enternecedora historia de “El vaso de Leche”, que sería un interesante desafío para el artista que hiciera un estudio de las fisonomías y expresiones de los personajes, ya que la acción es mínima.

Pero ya está en nuestras manos el resultado del trabajo de un grupo de jóvenes chilenos, argumentistas-guionistas y dibujantes que, gracias a su entusiasta trabajo, y al apoyo del FONDO DE CULTURA DEL GOBIERNO DE CHILE, ha logrado realizar la adaptación de uno de los más inquietantes relatos de H.P. Lovecraft. Creo – y espero – que esta publicación será el inicio de una tendencia que conseguirá develar las capacidades de nuestros valores artísticos jóvenes, que han sido postergadas por demasiado tiempo en su expresión gráfica dirigida a la divulgación literaria. La presente edición es una muestra valiosa de lo que se puede lograr en el futuro.



La adaptación de El Modelo de Pickman , de H.P. Lovecraft, realizada por Villarroel, Aiquel y Luco tiene la fuerza innegable de un inicio promisorio. Si usted, al leer y mirar las escenas de esta obra, siente un escalofrío y alguna emoción… se habrá conseguido el propósito planeado.
¡Que se repita, que se divulgue y que sea aceptada por los lectores! La historieta es un vehículo valiosísimo de la cultura.



¡Adelante, amigos y colegas! ¡Están bien encaminados! ¡Vaya mi saludo entusiasta para ustedes!
FOTOS
1. Themo Lobos, imagen de archivo. Foto: Gilberto Villarroel.
2. Gilberto Villarroel y Themo Lobos en una imagen de archivo, de 1993. Foto: Teresa Vial.

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